CHISTES DE SUPERMAN
Por qué el hijito de Superman no llora, no molesta, siempre está tan tranquilo?
Porque es "Supermancito"...
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Un señor toma un whisky en el piso 40 de un lujoso rascacielos. De pronto, otro comensal se levanta, se dirige a la ventana que da a un balcón, la abre... y se tira! Y a los 10 segundos, regresa al balcón como si nada. Y al ratito lo vuelve a hacer! Y otra vez! Y otra vez!
El señor, extrañado, le expresa su sorpresa y admiración.
-Es por el efecto de las fuertes corrientes ascendentes que pasan por el edificio, pruebe usted, verá qué interesante.
El señor, confiado, se dirige al balcón, se tira... y el pobre hombre se estrella contra el suelo!
Y en el piso 40, un amigo le dice al que antes se tiraba:
-Che Superman, cuando te ponés en curda sos inaguantable!
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Había una vez una mosquita que se creía Superman. Y le gustaba molestar a la gente, zumbando y molestando alrededor de las personas, mientras susurraba en sus oídos:
-Sssssuppppermannnn, ssssssupppermannn, sssssuppppermannn!
Un día, mientras estaba entretenida en semejante tarea, se escuchó:
-Pssssssssssssssssssssssssssssssssssssss! Pssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssss!
Y la pobre mosquita, espantada, solo atinó a gritar:
-Sonamos, Flit tonita!
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CHISTES DEL LLANERO SOLITARIO
El Llanero y su fiel acompañante Toro recorren la llanura, y de pronto aparecen por todas partes numerosos indios, no precisamente amigables. El Llanero mira a Toro y le dice:
-Toro, nos tienen rodeados!!!!
-TE TENEMOS rodeado, Llanero!!!!
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CHISTES DEL ZORRO
Unos maleantes, espadas en mano, ingresan a la casa de un gallego, con ánimo de robarle. El dueño de casa se defiende como puede con su propia espada, enfrentando a los ladrones...
Y de pronto hace su aparición un señor con camisa negra, antifaz negro, sombrero negro y capa negra con una enorme "Z" bordada en la espalda, y rápidamente pone en fuga a los intrusos.
El gallego mira a su salvador, y conmovido, le dice:
-Gracias, Zuperman!!!
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martes, 10 de febrero de 2009
"Planeta Extra" triunfa en Europa
Sainete y ciencia ficción: la marca del estilo criollo
La historieta será también publicada en Italia y Francia por Planeta-De Agostini.
Por: Fernando García. Diario Clarín del 7 de febrero de 2008.
MIGRANTES. EN "PLANETA EXTRA", LA GENTE SE ESCAPA A JUPITER.
Por qué una historieta argentina pensada en un pequeño departamento del barrio de Flores se impone entre 170 envíos de todo el mundo, en un medio tan competitivo como es el del cómic europeo? Una vez más, el éxito de la cruz del sur está en el mix: del grotesco de Armando Discépolo a la acidez social de Aristarain y el imaginario un tanto oxidado, como si fuera una empresa arrumbada, de la ciencia ficción clásica. Es decir que Planeta Extra, la historieta del guionista Diego Agrimbau y el ilustrador Gabriel Ippóliti que se quedó con los 20 mil euros, es una de autos voladores pero también la saga de los Tetamanti, una familia presumiblemente argentina que trata, con ademanes tan típicamente desesperados, de emigrar a "Europa", una de las lunas de Júpiter colonizada porla clase acomodada de un futuro cercano pero impreciso.Para Agrimbau, en el fallo del jurado-- compuesto por grossos del género como Juan Giménez, Pascual Ferry y Alfonso Azpiri-- puede leerse este mensaje: "Una historieta que retrasa veinte años, ¡al fin!". Exageraciones aparte, el premio viene a discutir la hegemonía de la novela gráfica, nombre bajo el que la crítica cultural aceptó a la historieta como producción seria. A cambio, sus márgenes quedaron aprisionados entre la aspiración narrativa de la literatura y la experimentación formal de la plástica. "Si se repasan todos los últimos premios de la historieta europea la regla es un realismo sensible y autobiográfico siempre virado a la introspección", señala Agrimbau. El guionista de Planeta Extra dice no tener pretensiones ideológicas en su apuesta pero está seguro de pelear el espacio de la historieta-historieta. "¿Por qué negar las convenciones de cómics y los tipos que se disfrazan? La historieta es eso: un género pop por definición". Su última contribución a la revista Fierro (en sociedad con el dibujante Lucas Varela) dobla la apuesta: el guión se difumina a través de los mensajes de la cartelería publicitaria urbana.Aún con su profusa iconografía, Argentina es un medio árido para el cómic. Que los dibujantes salgan a flote trabajando for export no es noticia. Sí, que lo haga un guionista. Acaso el arma más poderosa de Agrimbau esté en su formación como dramaturgo. Ese rasgo define su sociedad con el dibujante rosarino Ippóliti con quien publicó dos libros en la influyente editorial francesa Albin Michel. Planeta Extra, de hecho, tuvo su avant premiere ante ojos franceses pero no caminó. C'est date dice Agrimbau que le dijeron a esta historieta datada cuya estética ancla en el estilo de los 80. "Será que no les gustó ver el Arco del Triunfo con una villa miseria alrededor", razona Agrimbau.Pero a no engañarse, el escape que propone Planeta Extra no es el de un mundo pos atómico ni mucho menos. "La tierra se volvió un lugar bastante choto, lo suficiente como para querer escaparse". Y sí.
La historieta será también publicada en Italia y Francia por Planeta-De Agostini.
Por: Fernando García. Diario Clarín del 7 de febrero de 2008.
MIGRANTES. EN "PLANETA EXTRA", LA GENTE SE ESCAPA A JUPITER.
Por qué una historieta argentina pensada en un pequeño departamento del barrio de Flores se impone entre 170 envíos de todo el mundo, en un medio tan competitivo como es el del cómic europeo? Una vez más, el éxito de la cruz del sur está en el mix: del grotesco de Armando Discépolo a la acidez social de Aristarain y el imaginario un tanto oxidado, como si fuera una empresa arrumbada, de la ciencia ficción clásica. Es decir que Planeta Extra, la historieta del guionista Diego Agrimbau y el ilustrador Gabriel Ippóliti que se quedó con los 20 mil euros, es una de autos voladores pero también la saga de los Tetamanti, una familia presumiblemente argentina que trata, con ademanes tan típicamente desesperados, de emigrar a "Europa", una de las lunas de Júpiter colonizada porla clase acomodada de un futuro cercano pero impreciso.Para Agrimbau, en el fallo del jurado-- compuesto por grossos del género como Juan Giménez, Pascual Ferry y Alfonso Azpiri-- puede leerse este mensaje: "Una historieta que retrasa veinte años, ¡al fin!". Exageraciones aparte, el premio viene a discutir la hegemonía de la novela gráfica, nombre bajo el que la crítica cultural aceptó a la historieta como producción seria. A cambio, sus márgenes quedaron aprisionados entre la aspiración narrativa de la literatura y la experimentación formal de la plástica. "Si se repasan todos los últimos premios de la historieta europea la regla es un realismo sensible y autobiográfico siempre virado a la introspección", señala Agrimbau. El guionista de Planeta Extra dice no tener pretensiones ideológicas en su apuesta pero está seguro de pelear el espacio de la historieta-historieta. "¿Por qué negar las convenciones de cómics y los tipos que se disfrazan? La historieta es eso: un género pop por definición". Su última contribución a la revista Fierro (en sociedad con el dibujante Lucas Varela) dobla la apuesta: el guión se difumina a través de los mensajes de la cartelería publicitaria urbana.Aún con su profusa iconografía, Argentina es un medio árido para el cómic. Que los dibujantes salgan a flote trabajando for export no es noticia. Sí, que lo haga un guionista. Acaso el arma más poderosa de Agrimbau esté en su formación como dramaturgo. Ese rasgo define su sociedad con el dibujante rosarino Ippóliti con quien publicó dos libros en la influyente editorial francesa Albin Michel. Planeta Extra, de hecho, tuvo su avant premiere ante ojos franceses pero no caminó. C'est date dice Agrimbau que le dijeron a esta historieta datada cuya estética ancla en el estilo de los 80. "Será que no les gustó ver el Arco del Triunfo con una villa miseria alrededor", razona Agrimbau.Pero a no engañarse, el escape que propone Planeta Extra no es el de un mundo pos atómico ni mucho menos. "La tierra se volvió un lugar bastante choto, lo suficiente como para querer escaparse". Y sí.
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