Historia de Páez Arancibia. Contada por él mismo.

Arnoldo R. Páez Arancibia –seudónimo de quien aspira a ser guionista de historietas de su nieto Gordon P. Aaron- nunca imaginó que a esta altura del partido iba a descubrir y “sufrir” la repentina adhesión a un hobby muy especial: el Comic. El “culpable” de este suceso es, precisamente, Gordon P.
Sucede que desde hace meses Gordon comenzó a sorprender a Arnoldo mostrándole casi en secreto… sus historietas!: sobre simples hojas de papel, dibujados a lápiz y coloreados, aparecían las viñetas de algunas complicadas aventuras, todo ello con una técnica sorprendente en cuanto a la trama de los relatos, pero muy elemental en cuanto a las primitivas dotes de dibujante de Gordon.
Una noche, en una de las largas charlas que suelen frecuentar Gordon y Arnoldo, este, sentado en el costado de su cama, comenzó a referirle a su nieto que en su lejana juventud, casi a la edad actual de Gordon, se le había dado por escribir –en una modesta Lexikon, pues en aquellos tiempos no existían Windows ni el Word- una especie de novela con las aventuras de un agente de espionaje llamado Johnny Fingueron. Fue suficiente para que Gordon se incorporara raudamente en búsqueda de un papel y un bolígrafo, y para sorpresa de Arnoldo, comenzara a tomar nota pormenorizada de su relato.
Pero bueno, hasta ahí… solo una anécdota. No obstante, luego de unas cuantas semanas, y ya olvidado el episodio, al visitar una tarde Arnoldo la casa de Gordon, observó sobre la mesa del comedor –dejadas ahí como al descuido, mientras Gordon miraba para otro lado- una carpeta con una extensa historieta: eran las aventuras de Johnny Fingueron!, que respetaban el escenario que Arnoldo había descripto en aquella charla: la crisis de los misiles rusos en Cuba.
Gratamente sorprendido, y porqué no decirlo, “tocado” sensiblemente en su ego íntimo, Arnoldo le hizo a Gordon la siguiente proposición: ante estas demostraciones tan concretas, estaba dispuesto a apoyar por todos los medios a su alcance a que Gordon se capacitara en las técnicas de dibujo del Comic. Y había mucho para lo que tenía que capacitarse!
Contando con el beneplácito del interesado, comenzó un extenuante recorrido por la Web. Aparecieron algunas academias, pero sus ofertas no eran lo que Arnoldo buscaba. Había que hallar una alternativa que no demandara demasiado tiempo y distracción a Gordon, pues sus padres son bastante celosos a la hora de cumplir con las obligaciones escolares, y Arnoldo sabía que si se excedía en las exigencias de la cosa, iban a presentarse escollos. La opción “a distancia”, flexible, sin horarios obligatorios, era la ideal.
Entretanto, de buenas a primeras, movido por un inexplicable impulso, Arnoldo comenzó en sus ratos libres a “rejuvenecer” las aventuras de Johnny Fingueron: pero los años habían pasado, y entonces hubo que jubilar al agente –aunque ahora, ya maduro, pero todavía activo y muy respetado, aparece como un gran referente- aparecieron sus hijos, se renovaron sus enemigos y sus amigos, y la trama fue creciendo, solo que, claro, ahora los problemas ocurren en el Siglo XXI. Despuntaba, sin proponérselo siquiera, el “Arnoldo guionista”.
Y de pronto, en medio de esto, aparece por Internet, casi mágicamente, “Crazy by the pencil”, con su proyecto de capacitación en dibujo de Comics. Mail va, mail viene, ha surgido un fuerte vínculo de simpatía entre Crazy y Arnoldo, abonado con mutuos elogios. En enero ya inicia sus actividades académicas el sitio “Training for Comics”, regenteado por Crazy, con sus lecciones y sus metodologías, que encajan como anillo al dedo en lo que Arnoldo pretendía.
Nieto y abuelo están entusiasmados, y ya van a comenzar con su asistencia a las aulas virtuales: Gordon deberá mejorar sustancialmente sus técnicas de dibujo, y Arnoldo lo que busca es acomodar sus ímpetus de guionista (YA PODEMOS DECIR QUE ES SU HOBBY!) a las necesidades de su dibujante predilecto.
Hasta ahora han “aparecido” dos capítulos, y Gordon, desde sus vacaciones en el Sur, ha tomado la responsabilidad de continuar con el tercero. El Eternauta, Nippur de Lagash, El Tony y Hora Cero renacen de sus cenizas!.
Para rematarla, Arnoldo –que cuando se embala en algo es indetenible- ha aplicado sus habilidades para la creación de blogs, que le han dado tan buenos resultados para sus cursos de “la vida real”, poniéndolas al servicio del "Proyecto Historietas” compartido con Gordon. Así es como ha surgido Comic World, descripto como un “comicblog” al servicio del mundo del Comic. Comic World es un obsequio de Arnoldo a Gordon. Por lo tanto, pertenece a Gordon. El sabrá cómo continuarlo.
Qué les irá a deparar todo ello? No lo sabemos. Nadie lo sabe. Porque... LA HISTORIA CONTINÚA…